1)     En equipo y con apoyo institucional, se pueden alcanzar objetivos más ambiciosos y sustentables. La suma de enormes esfuerzos individuales no iguala a la potencia de un esfuerzo institucional bien encausado. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

2)     Los cambios o innovaciones en políticas públicas que favorecen el desarrollo de los distintos sectores, con impacto en el desarrollo socioeconómico general, se logran – en parte – a partir del impulso de los sectores interesados y la posibilidad de “sentarse” en las mesas donde se puede cambiar la realidad. Si una Cámara es representativa y activa, puede tener lugar en esa mesa. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

3)     Es fundamental que un gestor público pueda contar con instituciones que oficien de interlocutoras representativas, creíbles y con conocimiento de lo que pasa “en el territorio”. El conocimiento del territorio es un activo de las Cámaras. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

4)     El poder legislativo y sus círculos de influencia (la factoría de las leyes y normativas) carece del tiempo suficiente de hablar con las miles de empresas alcanzadas por una eventual norma. Le resultaría imposible. Pero sí pueden hacerlo rápidamente, a través de una correcta gestión de intereses, con Cámaras y Asociaciones que las representan. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

5)     El aporte técnico profesional de los líderes de las áreas de las empresas que componen una Cámara o Asociación puesto en común en distintos equipos de trabajo y aportando análisis y estudio sobre nuevas disposiciones y normativas que alcanzan sus intereses es un valioso insumo para la propia Cámara o Asociación, para todas las empresas del sector (aún aquellas que no forman parte de las entidades) y sobre todo para la burocracia (bien entendida) nacional, provincial, municipal. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

6)     La agenda pública es un escenario de influencia, gestión y de estrategia para trabajar en función del interés común, en base a la agenda de cada sector. En el acceso a la agenda pública, por representación, potencia de visibilidad y eficiencia de mensajes/espacio disponible, las Cámaras y Asociaciones potencian las oportunidades y alcance, con un correcto manejo de medios. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

7)     La agenda de capacitación y formación que las Cámaras o Asociaciones ofrecen a sus asociados tiene foco directo en los desafíos del territorio, en el día a día de las empresas. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

8)     Fortalecer la representatividad de la Cámara o Asociación a la que tu empresa pertenece sectorialmente, permite a la vez que ese sector pueda formar parte de espacios de trabajo más abarcativos y potentes en términos de influencia. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

9)     Porque no hay mejor origen para la implementación de una política pública o normativa específica que la misma surja desde el trabajo articulado entre el sector público (Estados nacionales, provinciales, municipales) y el sector privado (Cámaras y Asociaciones nacionales, sectoriales). Y para ello es necesario entidades vigorosas, representativas, activas y con gestión dinámica y flexible. Y eso se logra con empresas que se asocien y participen.

10)  Porque todos los logros, beneficios y normativas que atenúan impactos negativos, atienden emergencias, solucionan distorsiones, fortalecen el desarrollo y vigorizan a un sector en particular son para todas las empresas de ese sector, no sólo para las que forman esa Cámara o Asociación.